Piel seca en Bebés: cómo identificarla y cuidarla
Cuando imaginamos la piel de un bebé, a menudo la visualizamos como suave y elástica. Sin embargo, la piel de los bebés recién nacidos y durante los primeros meses es particularmente delicada y propensa a la sequedad, irritaciones o erupciones debido a sus características específicas.
La piel de tu bebé actúa como un escudo contra las agresiones del mundo exterior, por eso, es muy importante mantenerla cuidada todos los días con productos adecuados para asegurar su fortaleza y bienestar.
¿Qué se entiende por piel seca?
La piel seca es un tipo de piel que puede darse tanto en la cara como en el cuerpo de un bebe. También se conoce como xerosis o xerodermia y se trata de un estado permanente, es decir, nacemos con ella. Las principales características son tirantez, incomodidad, rojeces e incluso picor y descamación.
La delicadeza y finura de la piel de los bebés los hace propensos a experimentar sequedad. Esta sequedad puede aparecer en diversas partes del cuerpo, como el rostro, las manos, las piernas o el cuero cabelludo. La piel seca puede ser causada por factores ambientales como la exposición al sol, variaciones de temperatura, predisposiciones genéticas o de ciertas afecciones de la piel.
Hasta cumplir los 2 años, la piel del bebé aún no está completamente madura, lo que significa que su capacidad para retener la humedad necesaria para mantener sus células saludables es limitada. Esta falta de retención de humedad puede llevar a que el bebé experimente sequedad en la piel y las molestias que vienen con ella.
Causas de la piel seca
Entre las causas que pueden provocar una piel reseca en bebés están las siguientes:
- Predisposición Genética: Algunos bebés pueden tener una predisposición hereditaria a padecer de piel seca o condiciones como la dermatitis atópica si uno de los progenitores tiene la piel seca.
- Baños frecuentes: Bañar al bebé con demasiada frecuencia o usando agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, provocando sequedad.
- Factores Ambientales: Exposición al clima seco, viento, sol o cambios bruscos de temperatura pueden deshidratar la piel del bebé.
- Productos: El uso de jabones fuertes, productos para el baño con fragancias o ciertos detergentes pueden irritar la piel sensible del bebé, contribuyendo a la resequedad.
- Alergias o Sensibilidades: Reacciones a ciertos alimentos, tejidos de la ropa, materiales o incluso a ciertos ingredientes en productos para la piel pueden desencadenar sequedad e irritación.
- Falta de hidratación: La ingesta insuficiente de líquidos puede afectar la hidratación general del cuerpo, incluida la piel del bebé.
- Enfermedades de la Piel: Condiciones como la dermatitis atópica o eczema pueden manifestarse en la piel del bebé como sequedad, enrojecimiento e irritación.
- Contacto con Químicos: Exposición a cloro en piscinas, productos químicos domésticos o detergentes agresivos pueden afectar la piel del bebé, causando sequedad.
Cuidados y Tratamiento de la piel seca en bebés
Te ofrecemos algunas recomendaciones para cuidar la piel de tu bebé, manteniéndola hidratada y en buena salud:
- Baños cortos y con agua tibia: Evita baños largos y con agua caliente, opta por temperaturas tibias y utiliza jabones suaves, sin fragancias ni químicos agresivos.
- Secado suave: Tras el baño, seca la piel del bebé suavemente con una toalla, evitando frotar con fuerza para no irritarla.
- Jabón para el baño. Puedes elegir entre un jabón convencional o limpiadores que no contienen jabón. Los limpiadores sin jabón tienden a ser más suaves en la piel, siendo una opción recomendada para pieles sensibles o secas. Opta por jabones sin fragancias, desodorantes y que sean hipoalergénicos. Evita los jabones antibacterianos, ya que pueden causar irritación en la piel si se usan para el baño diario.
- Hidratación regular: Aplica una crema hidratante suave y específica para bebés después del baño y varias veces al día, especialmente en áreas propensas a la sequedad.
- Ropa adecuada: Usa ropa de algodón suave y transpirable para reducir la fricción en la piel del bebé y usa detergentes para ropa sin fragancias, colorantes ni perfumes.
- Protección del sol: Es importante proteger a tu bebé cuando estén al aire libre. Hasta los 6 meses, evita exponerlo directamente al sol. Si van a la playa después de los 6 meses, usa un gorrito y busca sombras para protegerlo. Asegúrate de tener protector solar adecuado y úsalo en su piel cada cierto tiempo, ya sea en la playa o en cualquier lugar donde pueda recibir luz solar directa.
- Ambiente controlado: Mantén el ambiente donde está el bebé con una humedad adecuada, utilizando un humidificador si es necesario, especialmente durante temporadas secas.
- Control de alergias: Si sospechas alergias a alimentos, detergentes o productos, consulta con un pediatra para identificar y evitar los desencadenantes.
- Hidratación interna: Asegúrate de que el bebé esté bien hidratado, ofreciéndole suficiente leche materna o fórmula según su edad y necesidades.
- Consulta médica: Si la piel reseca persiste o empeora a pesar de estos cuidados, busca consejo médico para descartar condiciones médicas específicas. Los productos que el pediatra puede aconsejar para cuidar la piel seca deberían contener ingredientes como escualeno, triglicéridos u otro tipo de grasas, glicerina, mantecas, ceramidas… En definitiva, se trata de reforzar la barrera cutánea para impedir la pérdida de agua al mismo tiempo que se hidrata y nutre la piel.
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